Datos personales

viernes, 31 de marzo de 2017

libertad sindical


como constituir un sindicato

EL NACIMIENTO DE LOS SINDICATOS

A las industrias que se habían venido creando desde finales del siglo XIX, se fueron agregando otras a partir del gobierno del General Rafael Reyes, quien utilizó los mecanismos del Estado para implantar el proteccionismo aduanero que hiciera posible la creación de incentivos como mecanismo destinado a orientar los ahorros del país hacia la industrialización, apareciendo así una serie de empresas, muchas de las cuales subsisten aún, con lo cual se hizo posible una expansión manufacturera continuada a una tasa media del 5% anual que bajó al 3% entre 1925 y 1930. Nacieron en esta época: Telares Medellín (1909), Coltejer (1908), Obregón y Cervecería Bolívar (1908), Cementos Samper (1909) y otras manufacturadoras de grasas, empaques, cigarrillos, vidrio y cemento, de las cuales pocas de ellas utilizaron nuestras materias primas agrícolas.
Así mismo, surgieron las compañías extranjeras encargadas de la explotación de petróleo y otros minerales y también las productoras y exportadoras de banano.
El movimiento económico, el surgimiento de organizaciones laborales y los conflictos agrarios que se fueron generalizando, resquebrajaron cada vez más el sistema hacendario, llevando al país hacia el capitalismo que demandaba cada día mayor mano de obra asalariada, frente a las clases adineradas que persistían en mantener los privilegios y prebendas y en acrecentar su afán de lucro.
Y dentro de este marco de formación capitalista que vino a incrementar las tensiones de los trabajadores agravadas luego por la estrechez económica producida a consecuencia de la primera guerra mundial, surgieron en Colombia los primeros sindicatos
Los primeros sindicatos y sus características.
Como antecedente mediato de la organización sindical en Colombia, se pueden citar las sociedades  aparecidas a mediados del siglo XIX,
Luego aparecerían las agrupaciones sindicales, constituidas como unas instituciones religiosas y políticas, a las cuales no fueron ajenos ni el partido liberal colombiano ni el “ partido socialista de esa época”, el primero de los cuales en la Convención de Ibagué de 1922 adoptó plataformas socialistas y orientaciones que más tarde tendrían repercusiones en la llamada República Liberal.
Más tarde en el año de 1909 la agrupación sindical formada por sastres, zapateros y otros artesanos, bajo el nombre de “Sociedad de Artesanos de Sonsón”, fue reconocida por el gobierno, siendo al parecer la Iglesia su promotora, lo cual explicaría el que posteriormente fuera una de las agrupaciones afiliadas a la U.T.C.
Además de los sindicatos ya mencionados, deben mencionarse otros como el “Sindicato Agrícola de Fresno”, Tolima (1910), el “Sindicato Nacional de Obreras de la Aguja” (1910), el “Sindicato Central Obrero” (1917) y el “Sindicato de Profesores y Maestros del Tolima” (1918). De los anteriormente citados se destacó el “Sindicato Central Obrero” cuya organización inicial fue de carácter artesanal y mutualista, y desempeñó “un papel notable por aquel tiempo en las luchas de los trabajadores, apoyando activamente luego, por influencia de su acción socialista moderada, al candidato presidencial del partido liberal en 1921, General Benjamín Herrera
las grandes huelgas de los años 20
Creacion del partido comunista Colombiano
En 1914 fue elegido José Vicente Concha, a quien correspondió, como jefe de Estado, afrontar las consecuencias de la primera guerra mundial. Debido a la crisis internacional ocasionada por la guerra, los mercados externos se cerraron y las cosechas de café no tuvieron demanda en el exterior. Así mismo, se redujeron las importaciones.
También se presentaron dificultades internas al estallar un movimiento indigenista en Tolima y Cauca, mediante el cual los indígenas pretendían frenar la expansión de las haciendas y el despojo de sus tierras por parte de los grandes terratenientes.
El líder de este movimiento fue Manuel Quintín Lame.
Los capitales procedentes de las exportaciones cafeteras se invirtieron en la ampliación y modernización de las de las redes de comunicación, en importaciones y algunos de ellos sirvieron para financiar nuestras primeras industrias manufactureras.
Sin embargo, pese a la prosperidad económica derivada del café, la economía continuó orientada hacia el exterior y con muy poco desarrollo interno: Colombia no se había industrializado aún y dependía de los países desarrollados que le proporcionaban los productos industriales que no se producían en el país. Además, desde esa época, la economía se consolidó como una economía mono-exportadora, altamente dependiente de los precios del producto en el mercado internacional.
A la agitación en los campos se sumó la agitación social en las ciudades. El incipiente proceso de industrialización y las obras públicas relacionadas con la construcción de vías habían permitido el surgimiento de un grupo de obreros urbanos algunos de los cuales se organizaron en sindicatos para defender sus derechos y luchar por el mejoramiento de sus condiciones de vida.
La mayoría de estos sindicatos recibieron influencia de las ideas socialistas y fueron prohibidos por el gobierno.
En 1918, los trabajadores portuarios de Santa Marta, Barranquilla y Cartagena llevaron a cabo una huelga, gracias a la cual consiguieron algún reajuste en sus salarios.
El éxito de este movimiento sirvió de ejemplo para que los obreros de otras regiones del país utilizaran la huelga como medio para presionar al Gobierno y a los empresarios para que les fueran concedidas sus peticiones salariales. El Gobierno condenaba las huelgas y el partido liberal no se atrevía a apoyarlas. En 1919, los líderes de los sindicatos organizados se reunieron en Bogotá y crearon el partido socialista.
Estos acontecimientos ocurrieron durante el gobierno de Marco Fidel Suárez, elegido para el período 1918-1922. Entre tanto, el Gobierno se preocupaba por presionar a los Estados Unidos para que aprobara el tratado Urrutia-Thompson y pagara la indemnización. El tratado fue aprobado finalmente en 1921, poco después de que nuestro gobierno reformó algunas leyes relacionadas con la explotación del petróleo colombiano. Las nuevas leyes favorecieron a las empresas norteamericanas interesadas en extraer petróleo en nuestro país.
Pese a las dificultades que tuvo que afrontar, la administración Suárez logró finalizar la construcción de algunos ferrocarriles y establecer la comunicación aérea entre varias regiones del país. La aviación comercial se inició en Colombia gracias a un pacto firmado entre los gobiernos de Colombia y Alemania para la creación de una línea aérea comercial llamada SCADTA, que más tarde se convertiría en la empresa Avianca.
La construcción de vías de comunicación continuó durante el gobierno de Pedro Nel Ospina y sus proyectos fueron favorecidos por el pago de los 25 millones de dólares prometidos por el gobierno de los Estados Unidos en el tratado Urrutia-Thompson.
Durante este período el Gobierno colombiano recibió una misión norteamericana cuyo objetivo era proporcionar asistencia para la creación de un sistema financiero moderno.
Con la colaboración de la misión Kemmerer se crearon el Banco de la República, la Superintendencia Bancaria y la Contraloría General de la República.
En 1924, el Partido Socialista dirigió la primera de las tres grandes huelgas que se sucedieron en el país en los años 20. En ese año, los trabajadores de la Tropical Oil Company, compañía norteamericana que explotaba petróleo en la zona oriental, declararon la huelga general para conseguir mejores condiciones de trabajo y aumentos salariales.
La huelga fue reprimida y los trabajadores no lograron ninguna de sus peticiones. En 1927 declararon una segunda huelga que, al igual que en la primera, fue rechazada por el gobierno que brindó apoyo a la compañía.
Este hecho aumentó el desprestigio del gobierno conservador entre los obreros.
Ospina fue sucedido en la presidencia por Miguel Abadía Méndez. Para esa época, la oposición al conservatismo era ya bastante fuerte por la forma como los gobiernos se habían comportado frente a las huelgas.
En 1928, los trabajadores de la United Fruit Company se lanzaron a una huelga general para protestar contra las pésimas condiciones de trabajo que existían en la zona bananera. El gobierno de Abadía Méndez ofreció apoyo militar a la compañía y en noviembre de ese año el ejército recibió la orden de disparar contra una multitud de manifestantes reunidos en la plaza de Ciénaga.
Este acontecimiento, conocido como la masacre de las bananeras, produjo una gran reacción en todo el país y fue severamente criticado por algunos líderes del partido liberal, entre ellos Jorge Eliécer Gaitán.
Al desprestigio causado por la represión del movimiento obrero se aumentó la crítica de los liberales a la forma como los gobiernos conservadores habían conducido la economía. Para las elecciones de 1930 el conservatismo se presentó dividido y fue derrotado.
Con la elección de Enrique Olaya Herrera se inició un nuevo período conocido en nuestra historia como la república liberal.

BIBLIOGRAFÍA
Lamo Gómez Jorge Eduardo, Derecho Laboral Colombiano Publicaciones UNAB, Facultad de Derecho, Primera Edición, Bucaramanga, Colombia, enero de 1982
URRUTIA Miguel, El Desarrollo del Movimiento Sindical y la Situación de la Clase Obrera, Manual de Historia de Colombia, Tomo III, Ediciones del Instituto Colombiano de Cultura, 1980.
CAICEDO Edgar, Historia de las Luchas Sindicales en Colombia, 3ª Edición, Fondo Editorial Suramericana, Bogotá, 1977.
ESCOBAR URIBE Ignacio, “Los Conflictos Colectivos de Trabajo en Colombia”, Editorial Temis, Bogotá, 1975.
MORA CARLOS ALBERTO, PEÑA MARGARITA, PINILLA PATRICIA, HISTORIA DE COLOMBIA ed NORMA 1977

Autor: Rolando Gutiérrez Polanco

martes, 28 de marzo de 2017

¿Qué ha representado para el sindicalismo colombiano el acceso de sus dirigentes a cargos de elección popular en la última década?

¿Qué ha representado para el sindicalismo colombiano el acceso de sus dirigentes a cargos de elección popular en la última década?


Estar en estos escenarios se convierte para el sindicalismo en alternativa e instrumento que, ante la pérdida de poder gremial en las negociaciones con el Estado o con los empleadores, protege en temas del trabajo y de la política social; además, porque son estos ámbitos los eslabones articuladores del ejercicio socialdemócrata del sindicalismo con otros sectores y movimientos sociales y de la expresión política de la ciudadanía laboral. Como complemento, permite observar cómo se posiciona el sindicalismo en el marco de la política nacional, en el sistema electoral, en el escenario de informalidad y de flexibilización laboral, de pérdida de derechos y de trasformación del sentido del trabajo como condición constitutiva del sujeto social.
Contestar a esta cuestión requiere reconocer el peso social y político del sindicalismo en Colombia, su construcción histórica y su capacidad de respuesta frente a las necesidades de las colectividades de trabajadores colombianos y frente a los planes de acción y las estrategias políticas implementadas para participar en los espacios de decisión política en el Gobierno del país durante un siglo de historia.
El sindicalismo como institución es cuestionado desde la sociedad civil por su insuficiente capacidad de articulación social, su limitada fuerza gremialista y su deficiente representación de los intereses públicos y sociales de los trabajadores. Dado lo anterior, los espacios de representación política (Senado de la República, Cámara de Representantes, Asambleas departamentales, Concejos municipales, Gobernaciones y Alcaldías) podrían constituir una alternativa para el fortalecimiento de su objeto en la sociedad, una estrategia para la conservación de sus actuales reivindicaciones o una acción desesperada que evite su desaparición.
Entonces, cuando se habla de la representación política de los líderes sindicales, se nombra a aquellos que, por el ejercicio de su actividad sindical, se forman políticamente, acceden a escenarios de dirigencia y liderazgo, construyen una base electoral local o nacional, sectoriza da o intergremial, elaboran un discurso social y político y se articulan a planes gremiales o partidistas. Por ello, este trabajo es un frente de investigación poco explorado por los partidos políticos tradicionales, por las centrales sindicales y por el conjunto de la población académica interesada en los temas laborales y electorales del país. A su vez, indaga acerca del aporte histórico del movimiento social de los trabajadores a la cultura política y partidista colombiana, visibiliza el desarrollo empírico de los trabajadores en el ejercicio de la ciudadanía laboral y reconoce la preocupación de este movimiento social por los temas de interés público, el desarrollo local, la relación entre trabajo, trabajadores y agendas locales para trascender las esferas de lo estrictamente laboral, sindical y gremial, además de reconocer el accionar político del sindicalismo.
Este artículo centra su atención en la participación política del sindicalismo en Colombia, mediante la articulación de líderes sindicales con partidos políticos para alcanzar cargos de elección popular. En este sentido, aunque se presenta un breve recorrido por los logros laborales alcanzados en el siglo XX, su alcance está delimitado por los eventos electorales del período 2002-2010, que mostró un sindicalismo interesado en participar en política electoral.
Conquistas laborales y políticas de los trabajadores
En 1909 se expidió la primera personería jurídica a una organización obrera y artesanal por parte del Gobierno nacional. Es probable que ya existieran otras agrupaciones de este tipo sin personería jurídica, dado que para entonces no era obligatorio ese reconocimiento legal para actuar. En adelante, cada año aparecieron nuevos sindicatos, sobre todo en las primeras décadas del siglo XX (Urrutia, 1996).
Factores como el proceso de industrialización, la difusión de ideas de avanzada que venían de Europa, de la Revolución Mexicana y del Movimiento Obrero en Estados Unidos, el aumento de la densidad poblacional de las ciudades, las condiciones de trabajo precarias para los obreros, la aparición de algunas empresas grandes -como las de navegación fluvial y algunos ferrocarriles- pusieron en marcha las inquietudes obreras y la formación del sindicalismo a inicios del siglo XX. Incluso en 1910 varias asociaciones obreras y artesanales trataron de formar un Partido Obrero Colombiano (Poveda, 2005, p. 97).
Lo que se conoce como prestaciones sociales para empleados colombianos comenzó a establecerse en el gobierno de Rafael Reyes y, aunque hoy parezca irrelevante, para el momento significó un avance progresista. La Ley 29 de 1905 creó la pensión de jubilación para los empleados públicos y la Ley 12 de 1907 instituyó esa misma prestación para magistrados y jueces.
El movimiento obrero asumía y expresaba una posición reivindicativa, como una acción claramente política. En 1910, el país vio sorprendido la primera gran huelga con repercusiones nacionales organizada por sindicatos de los vapores y los braceros en el puerto fluvial de Barranquilla, donde se reclamaron mejores condiciones de trabajo.
Algunos gobernantes y parlamentarios pronto entendieron la necesidad de responder con inteligencia a las reivindicaciones demandadas por el naciente y dinámico movimiento obrero. Así, en 1913, la Ley 114 extendió la jubilación a maestros oficiales de las escuelas primarias. En 1915, la Ley 57 estableció las indemnizaciones por accidentes de trabajo a obreros de bajos salarios. En 1918, la Ley 46 obligó a los municipios a destinar un 2% de su presupuesto a la construcción de vivienda para los obreros. Las Leyes 78 de 1919 y 21 de 1920 consagraron y reglamentaron el derecho a la huelga. Esta última ordenó arbitrar los conflictos de trabajo y prohibió los paros en las empresas de servicio público (Poveda, 2005, p.151).
En 1916 se proponía como agenda para un congreso del Partido Obrero, que intentaba fundarse, los siguientes puntos: 1) organización de los obreros; 2) descanso dominical remunerado; 3) legislación obrera; 4) trabajo de la mujer; 5) mutualidades obreras; 6) caja de ahorros; 7) habitaciones para los obreros; 8) bibliotecas, institutos y escuelas; 9) defensa contra el alcohol y la miseria, y 10) protección y cooperación (Poveda, 2005, p.152).
Para la tercera década del siglo XX, el gobierno de Olaya Herrera inauguró una época de reformas laborales. Varias fuerzas socioeconómicas y políticas determinaron la necesidad de esta nueva política reformista; entre ellas, las siguientes fueron las principales determinantes de un nuevo trato de la clase trabajadora:
  • El acelerado aumento del número de trabajadores industriales.
  • El proceso de sindicalización creciente y el ejercicio de los sindicatos por una fuerte vocería para lograr nuevos derechos para los trabajadores.
  • Las nuevas ideas progresistas adoptadas por el Partido Liberal para acercarse al socialismo democrático, que venían desde 1904 cuando así lo reclamó el general Rafael Uribe Uribe, quien entonces dirigía ese Partido.
  • El crecimiento de partidos pequeños, pero muy activos, de tipo social-demócrata y de tipo comunista-marxista.
  • La influencia remota -en tiempo y espacio- y sensible de la Revolución Bolchevique en Rusia en 1917.
Estos y otros factores encontraron atención efectiva en el Gobierno del momento, traducida en leyes aprobadas por el Congreso:
  • Ley 72 de 1931 que, con su Decreto reglamentario 1278 del mismo año, mejoró las condiciones del descanso dominical remunerado para los trabajadores asalariados.
  • Ley 133 de 1931, que definió los accidentes de trabajo y puso a cargo del empleador la atención médica y la obligación de indemnizar al trabajador.
  • Ley 1 de 1932 que, con su Decreto reglamentario 1431 de 1932, estableció la obligación para las empresas ferroviarias de conceder pensión vitalicia de jubilación a cada trabajador cuando este cumpliera veinte años de trabajo y que además completara 55 años de edad para hombres y 50 para mujeres.
  • Ley 133 de 1931 y el Decreto 800 de 1932, que instituyeron la obligación para todos los empleadores de constituir y pagar un seguro de vida de sus trabajadores.
  • Ley 134 de 1931 y los Decretos legislativos 874 y 1108 de 1932, que estatuyeron las sociedades cooperativas en Colombia y su reglamentación y les dieron estímulos tributarios. Se trataba de crear e impulsar un gran instrumento de mejoramiento económico al servicio de los trabajadores y de las incipientes clases medias.
  • Ley 83 de 1931, la cual dio carta de naturaleza al sindicato gremial de trabajadores, garantizó y ordenó el derecho a la sindicalización de los trabajadores privados y oficiales, avaló y reglamentó el derecho a la huelga y sentó las bases sobre el arreglo de conflictos laborales.
  • Ley 129 de 1931, que aprobó las convenciones internacionales -recién firmadas- sobre universalización de los principios generales del trabajo.
  • Artículo 15 del Decreto 992 de 1930, que instauró el derecho de los aparceros y arrendatarios al reconocimiento y al pago de toda mejora realizada en el predio con conocimiento previo del propietario.
  • A comienzos de 1934, el gobierno de Olaya expidió el célebre Decreto 895, que estableció la jornada laboral de ocho horas diarias, en respuesta a una de las más importantes aspiraciones de los trabajadores colombianos.
  • Decreto 711, que creó el Banco Central Hipotecario como banco del Estado para remplazar a los bancos hipotecarios particulares que habían quebrado por la crisis, dedicado a financiar la construcción de vivienda.
  • Ley 10 de 1934, que señaló prestaciones para empleados y trabajadores, como vacaciones remuneradas cada año, auxilio en dinero en caso de enfermedad y cesantías por despido injusto. Además, incorporó el contrato de trabajo en la legislación nacional.
La regulación laboral progresista se mantuvo hasta fines de los años cuarenta con una legislación laboral bastante avanzada para su época, que fue duramente resistida por algunos grupos reaccionarios de pequeños propietarios y empresarios rurales y urbanos.
Para el gobierno de López Pumarejo era prioridad el fortalecimiento del naciente movimiento sindical, mediante el apoyo a los obreros urbanos y campesinos y sus reivindicaciones. Prueba de ello fue la rapidez con la que proliferaron las asociaciones gremiales, título designado a los sindicatos de trabajadores a partir de 1934. Este Gobierno fue partidario de impulsar la industrialización del país dentro de un criterio de equilibrio social. En el período 1934-1939, la industria tuvo una de sus épocas de mayor auge del siglo (Poveda, 2005, p. 254). Al tiempo que se fortalecía el sindicalismo, se generalizaba la legislación laboral y se robustecía el cooperativismo.
Más adelante, Colombia acogió la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, cuyo Artículo 23 expresa:
  1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
  2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
  3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualquier otro medio de protección social.
  4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicalizarse para la defensa de sus intereses.
Algunas de estas consideraciones fueron acogidas por el gobierno de Ospina, quien estableció, por norma, el salario mínimo. Este equivalía al mínimo ingreso monetario para garantizar el sustento del trabajador y se aplicó desde el 1 de enero de 1950.
Luego, acuerdos como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en 1966, reforzaron el derecho al trabajo y a la formación técnica y profesional, así como las libertades políticas, entre las cuales estaba el sindicalismo.
Por último, es necesario mencionar la inclusión del derecho al trabajo en el Artículo 25 de la Constitución Política de 1991: “El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus modalidades, de la especial protección del Estado. Toda persona tiene derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas”. Esto no solo cambió la institucionalidad del país y las reglas de juego entre empresarios y trabajadores, sino que derivó una nueva normativa sustentada en esta norma superior.
Este recorrido por las reivindicaciones normativas en materia laboral y sindical es necesario para reconocer las apuestas estratégicas que el movimiento propone en la actualidad y los cambios estructurales a los que ha estado sometido en las últimas décadas, entre ellas, sus formas organizativas y su apuesta política. De tener una base sindical con altos índices de analfabetismo y una dirigencia centrada en las exigencias salariales, contractuales y propias del proceso de producción o de las necesidades en seguridad social de los trabajadores, se avanza en estrategias educativas que cualifican política y técnicamente al conjunto de los trabajadores, en particular a los sindicalizados, como una respuesta a las demandas permanentes de la sociedad colombiana por la internacionalización del sindicalismo y de las trasformaciones en el mundo del trabajo y de los trabajadores.

Cano, M. F. A. (2014). Participación política del sindicalismo colombiano. Un estudio introductorio. Desafíos, 26(1), 267-296.

lunes, 27 de marzo de 2017



SINDICALISMO EN COLOMBIA

Qué es

El sindicalismo es producto de la Revolución industrial; y puede ser definido como una asociación o agrupación formada para la defensa de los intereses económicos y laborales de un grupo de trabajadores asalariados.
En Inglaterra aparecieron las primeras asociaciones de este tipo, las cuales reunían a sastres y tejedores que tenían como propósito fortalecer su posición frente a las grandes industrias.



En Colombia, el primer sindicato aparece en 1847 gracias a la creación de la Sociedad de artesanos de Bogotá, cuyo fin era el de presionar un alza en los impuestos de aduana para que los productos elaborados por ellos pudieran competir en igual de condiciones con los traídos de otros países. Esta lucha terminó mal para la Sociedad, pues sus reclamos se tornaron violentos, lo cual hizo
que se desatase una guerra civil que dejaría miles de muertos, artesanos y campesinos en su gran mayoría.
Luego de este desastre, no surgirían en el país agrupaciones sindicalistas sino tan sólo hasta después de la Primera Guerra Mundial; en ese momento aparecieron las primeras industrias en el país, y con ellas los nuevos sindicatos; ello en un momento en el que en Colombia no existían leyes que los protegieran, ampararan o, por lo menos, los autorizaran, lo que hizo que todas sus manifestaciones, en especial las huelgas, no fueran tomadas en cuenta por el Gobierno; además, la mayoría de los miembros de los sindicatos eran despedidos de sus trabajos o encarcelados. Por todo lo anterior es que al ejercicio sindicalista en el país entre 1918 y 1930 se le denomino el sindicalismo heroico.

En el año de 1928 ocurrió uno de los episodios más terribles, significativos y recordados en Colombia: la Masacre de las Bananeras. En la zona bananera del Magdalena, la empresa estadounidense United Fruit Company contaba con mas de 25.000 trabajadores, los cuales no estaban conformes con su salario ni con las malas condiciones de trabajo, por lo que decidieron ir a la huelga. El 6 de diciembre, la compañía pidió a la fuerza publica que dispersara a todo el campesinado: más de 2.500 personas fueron dispersadas a sangre y fuego, dejando cientos de muertos y heridos, así como innumerables encarcelados.

Es durante el gobierno de Alfonso López Pumarejo,  la lucha sindical comienza a ser respaldada por el Gobierno. En 1935 se fundó la primera central obrera: la CST (Confederación sindical de trabajadores), la cual, tres años más tarde, se convirtió en la Confederación de trabajadores de Colombia, formada por trabajadores liberales y comunistas.


El movimiento sindicalista en Colombia ha tenido muchas dificultades y obstáculos tanto en sus etapas de conformación como en las de consolidación. Algunas de éstas han sido:
- El despido de sus miembros por parte de los dueños de las empresas, ello buscando disolver el movimiento sindicalista.
- El exceso de legislación y la indebida intervención del Gobierno al interior de los sindicatos.
- La fragmentación del movimiento obrero en regiones, lo que ha desestimulado la formación de un movimiento sindical cohesionado a nivel nacional.
- La incursión de los políticos en los sindicatos, lo que no ha permitido un libre desarrollo en las asociaciones sindicalistas.

http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/politica/sindicalismo


MAPA CONCEPTUAL



Definición de sindicato - Qué es, Significado y Concepto http://definicion.de/sindicato/#ixzz3lMKxOtv5
http://www.apinta.org/estructura-de-los-sindicatos/
http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=287
http://www.diss.fu-berlin.de/diss/servlets/MCRFileNodeServlet/FUDISS_derivate_000000001836/07_CapituloCUATRO.pdf

domingo, 26 de marzo de 2017

ARTICULO 39 DE LA CONSTITUCION POLITICA DE COLOMBIA



SEGUN LA CONSTITUCION POLITICA, ESTE ES UNO DE LOS DERECHOS QUE TIENEN LOS TRABAJADORES Y EMPLEADORES.

Linea del tiempo MOVIMIENTO SINDICAL


HISTORIA DEL MOVIMIENTO SINDICAL

Línea del tiempo

PRIMEROS AÑOS
Se inicio como: Societarismo (“Fue la forma que adoptó el movimiento obrero en sus inicios cuando los trabajadores se organizaron mediante la creación de sociedades obreras por oficio y localidad para defender sus intereses”).

1833 a 1838 - París, Lyon e Irlanda: levantamientos obreros agudizados por la grave crisis económica del momento
Inglaterra: se abolía la esclavitud

1840- karl marx y  Friedrich Engels dan origen al pensamiento obrero, el marxismo, o socialismo científico, que será seguido en todo el mundo.
1848- Europa: movimientos revolucionarios donde hacen exigencias tanto de carácter político como social, proponiendo la protección de los intereses de los trabajadores y el derecho al trabajo. (A esos movimientos se refieren Marx y Engels en el Manifiesto Comunista)
1850 - El movimiento sindical se extiende por Europa y se crean sindicatos en Portugal, Bélgica y Alemania.

1864- Londres - primera central sindical mundial de la clase obrera la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), La Internacional.
1871- surge la Comuna de París, levantamiento obrero en pro de los derechos sociales; sólo dura un par de meses por la intervención del ejército.
1872- se reconocen los sindicatos obreros en Francia. Es en Lyon precisamente donde en 1886 se crea la Federación Nacional de Sindicatos y grupos cooperativos (FNS), antecedente de la CGT francesa y del sindicalismo revolucionario.
1875- se sustituyen de la legislación inglesa los términos «amo» y «siervo» para ser sustituidos por «patrón» y «obrero», siendo el primer país en adoptar este cambio.
1884- se reconocen los sindicatos obreros en Francia.
1889- Segunda Internacional, cuyo primer congreso se celebra en París el 14 de julio. Este congreso declara al 1º de mayo como Día Internacional de los Trabajadores, en conmemoración de los 5 huelguistas ejecutados en mayo de 1886 en Chicago. En 1895 la FNS francesa se transforma en la Conféderation Genérale du Travail (CGT).
1899-  se firma en Suecia el primer pacto social entre empresarios y sindicatos.
1901- se constituye en Copenhague la Secretaría Internacional de Sindicatos, con participación de asociaciones de Alemania, Bélgica, Gran Bretaña, Finlandia y Suecia.
1919-  se crea la Organización Internacional del Trabajo, uno de los organismos internacionales más antiguos del mundo, gobernado en forma tripartita por gobiernos, sindicatos y empleadores.
En el siglo XX los sindicatos de todo el mundo tendieron a abandonar la antigua organización sindical por oficio, para generalizar el sindicato por rama de actividad.

Sindicalismo moderno

En el siglo XX los sindicatos tendieron a dividirse internacionalmente en tres grandes corrientes mundiales:

Clases de sindicatos

Sindicato de gremio u oficio

Es el formado por trabajadores que ejercen una misma profesión, arte, oficio o especialidad.
Agrupa a los trabajadores por oficio o profesionales, independientemente de la empresa o lugar donde prestan sus servicios; lo que interesa es que todos los trabajadores que concurran a formarlo, desempeñan o conozcan el mismo oficio o profesión; para el caso, que todos sean zapateros, carpinteros, sastres, etc.

Sindicato de empresa

Es el formado por trabajadores que prestan sus servicios en una misma empresa, establecimiento o institución oficial autónoma.
En el Sindicato de Empresa basta que una persona tenga en dicha empresa categoría de trabajador, para que pueda asociarse con los demás trabajadores; lo que interesa, es el lugar o local donde se prestan el servicio, sin hacer referencia a ninguna profesionalidad o tecnicismo.
El Sindicato de Empresa evita los convenientes del gremial: persigue ante todo, la unión de todos los trabajadores, pues piensa que por encima de los intereses profesionales, se encuentran los intereses del hombre que labora. El Sindicato de Empresa convierte así, en protector de los intereses de todos los trabajadores, convencido que solo a través de una situación de tipo general, se logra el beneficio para todos los obreros, respondiendo en forma amplia, al concepto de Justicia.

Sindicato de industria, actividad o rama

Es el formado por trabajadores pertenecientes a empresas dedicadas a una misma actividad industrial, comercial, de servicios social y demás equiparable. (Art. 209 inc. 2° del Código de Trabajo)
Hemos visto que el sindicato de gremio, agrupa a los trabajadores de la misma profesión, arte, oficio o especialidad, cualquiera que sea la empresa o lugar donde labore: también sabemos, que el sindicato de Empresa de mayores alcances que el gremial, ya no le interesa el profesionalismo o tecnicismo; sino que por contrario se circunscriben a todos los trabajadores de una determinada empresa.

Sindicato de empresas varias o interempresa

Formado por trabajadores de dos o más empresas vecinas, cada una de las cuales tenga un número de trabajadores inferior a veinticinco y que éstos no pudieren formar parte de un sindicato de gremio o de industria.

Sindicato de trabajadores independientes

Constituido por trabajadores empleados por cuenta propia y que no empleen a ningún trabajador asalariado, excepto de manera ocasional.

Federación de rama u oficio

La federación sindical de rama u oficio es un tipo de organización sindical de segundo grado, que reúne a varios sindicatos locales (primer grado). Dentro de un país puede ser de carácter regional o nacional.

Central sindical nacional

La central sindical es la organización que agrupa a los sindicatos y federaciones sectoriales de un país. Puede tomar la forma de una federación, afiliando sindicatos y federaciones, o de un sindicato, permitiendo también la afiliación directa de trabajadores.

Sindicato global

A nivel mundial se han formado sindicatos o federaciones globales que agrupan a los sindicatos o federaciones nacionales sectoriales.

Central sindical mundial

Las centrales nacionales se agrupan en dos centrales o federaciones mundiales, la Confederación Sindical Internacional y la Federación Sindical Mundial.

Organización sindical regional

En algunos casos las centrales nacionales forman organizaciones regionales, como la Confederación Europea de Sindicatos (CES) o la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS).


DRG 

viernes, 24 de marzo de 2017

¿Que es un sindicato?

Para dar inicio a nuestro tema  del blog a cerca del desarrollo sindical, te invitamos a ver el siguiente video, donde podrás aclarar tus conceptos en cuanto a la definición de un sindicato.
.



Sindicatos en Colombia

COMO SE DESARROLLA UN COMITE DE LIBERTAD SINDICAL

Te invitamos a ver el siguiente video donde podrás aclarar las dudas sobre los temas y procedimientos a seguir  dura...